Erase una vez, un Comite de Empresa de una Universidad Pública cualquiera, dominado por esteciles y cocos. Estos steciles y cocos pasaban los días en su pensoso trabajo de liberados sindicales soportanto con resignación el duro trabajo diario.
Un buen día, este Comite de empresa pactó con el jefe del castillo universitario, eliminar unos cuantos puestos de trabajo de la RPT de laborales a cambio de incluir unos cuantos puestos de coordinador de conserjería en el Castillo. Estos nuevos puestos estarían muy bien retribuidos como corresponde a cualquier coordinador jefe de Conserjería de Castillo Universitario.
Una vez consumado el acuerdo y eliminados los puestos de trabajo correspondientes a los duendes interinos que se volvieron a su casa en el bosque con gran pesar, se iba a proceder a la convocatoria del concurso de Coordinadores Jefe de Conserjería.
Fué en ese preciso momento, unos meses antes de la convocatoria del concurso, cuando agunos steciles y cocos, pertenecientes a ese Comite de Empresa, decidieron dejar su larga y sacrificada vida de liberados sindicales (después de tantos años de lucha por los derechos de sus compañeros), para incorporarse a sus puestos de trabajo en las conserjerias del Castillo y así participar en el Concurso de jefe de Conserjería de Castillo Universitario.
Hoy día, algunos de ellos, viven felices y comen mogollonn de perdices, como Coordinadores Jefes de Conserjería de Castillo Universitario. De este modo vieron recompensado su duro y penoso trabajo de tantos años como liberados en favor de sus compañeros los duendes universitarios.
Cuenta la leyenda que, cada cuatro años, justo antes de las elecciones sindicales, se ven esteciles reuniendose con duendes interinos para prometerles que con ellos conseguirán una plaza fija en el Castillo Universitario, mediante un proceso de consolidación.........FIN.