Esta mañana he asistido a la reunión que celebraban los sindicatos de la Casa en el Salón de Actos del FES, excluido Stecyl, para informarnos de los motivos de la huelga de mañana día 24 de marzo.
Agradeciendo que por una vez la reunión sea en el Campus, y no como siempre en geografía, mi comentario es muy simple: los sindicatos son muy buenos en el diagnóstico de la situación económica de la universidad y que es el de estrangulamiento financiero, pero desfasados totalmente en cuanto a la única solución que plantean, ¿adivináis cuál es?, pues eso la huelga.
El gobierno ha tomado una decisión muy drástica, reduce los grados de cuatro a tres años, y pone a la Universidad en un severísimo problema financiero. Así dicho parece que el malo de la película es el gobierno, pero creo que también debemos hacer un ejercicio de auto-culpa y ver hasta dónde llega la responsabilidad de la institución universitaria.
Para ello os planteo un pequeño ejercicio de imaginación, por un segundo vamos a ser los dueños del dinero, ¡¡a qué mola¡¡, y plantearos estas preguntas:
* Vosotros financiarías a una Universidad, que lleva años gastándose lo que le da la gana, sin considerar las necesidades reales de la sociedad, sino solo el egocentrismo de unos docentes que piensan que la Universidad debe existir, exclusivamente porque ellos están en ella.
* Daríais el dinero a una institución que se niega a cerrar centros con un número de alumnos que oscila entre 0 y 5 por curso académico, solo porque piensa que mola mucho eso de decir que tenemos titulaciones que no tiene nadie.
* Dejaríais sin financiación a hospitales y colegios, para destinar nuestros impuestos a proyectos absurdo-faraónicos de parque científicos que solo sirven para salir en La Gaceta.
Qué respondéis a todos esto, ¿estáis dispuestos a mantener esta institución cara, carca y desfasada a costa de todo lo demás?
Este es el quid del asunto, podemos y debemos criticar al gobierno por realizar cambios bruscos y en muchos casos absurdos en la configuración de las titulaciones académicas, acabamos de implantar los cuatro años y ahora quieren tres.
Pero también debemos ver que estamos en este punto, porque la institución lleva años sin querer hacer un miserable cambio, y tener claro que si no cambiamos el rumbo, el PAS vamos a ser los primeros que sufriremos las consecuencias del derroche que los docentes han venido realizando, y lo más grave que no están dispuestos a enmendar.