Yo (la USAL) te quito de encima este muerto (la residencia del Bartolo) por no sé cuántos millones que me sobran, y tú financias un proyectito de la sta. Pepis (que llamaremos pomposamente Cátedra). Así salvamos las apariencias y, de paso, nos hacemos propaganda. Y si al frente de este invento ponemos a un amiguete mío para que esté tres años chupando del bote, ya ni te cuento...