Desde mi punto de vista no tendremos juicio o sentencia antes de que nuestro querido Rector Magnífico abandone su puesto. Desconfianza a la justicia? No exactamente.....
LLega un momento en el que carece de importancia la resolución positiva o negativa, importa más que los infractores paguen por sus corruptelas, pero francamente, esto tampoco lo veo muy probable, entonces lo único que se puede pedir es que hayan aprendido algo, pero tampoco me parece posible.
Ante toda la reflexión lo que queda, si es que queda algo, es que todo acabe cuanto antes que uno ya está cansado de tanta bobada.
Se hace insoportable ir a los juzgados una y otra vez a ver a mi "Querido Presidente" con ese aire de chulo de bar pasado de moda, con sus camisas de los años 60 y esas pulseras de plata, qué decir de su medalla y cadena de oro que luce con dos botones quitados de la camisa como si fuese a empezar en cualquier momento a bailar una de las canciones de Greese con Olivia.
Bien pensado, ¿quién será su Olivia? Danielito?, Luisito?
NO puedo con él, lo juro, no puedo con él. Ese hombre me supera.....